En un sector industrial cada vez más automatizado, es vital la armonía entre todos los sistemas autónomos de una empresa. Los sistemas automatizados son una gran inversión para las empresas, que puede llegar a ser muy costosa si no se integra correctamente con los demás sistemas y recursos de la empresa. Es por eso que es de vital importancia seleccionar un buen integrador de sistemas para maximizar la eficiencia del sistema instalado y del flujo de trabajo en general.
¿Qué es un integrador de sistemas y por qué es importante?
Un integrador de sistemas es la empresa que implementa, como mínimo, soluciones automatizadas para cualquier tarea. Además de implementar, también pueden diseñar, suministrar o mantener el sistema.
El proceso de implementación de un sistema consiste fundamentalmente en la conexión de la solución a los demás sistemas de la empresa donde se instala. Con esto se busca que trabajen de forma armonizada y automatizada.
En la implementación no solo se instalan los equipos necesarios, sino que previamente se realiza un estudio en profundidad de la actividad para maximizar la eficiencia de la solución. Con esto, se deduce que la integración de cada sistema es específica para cada solución y, por lo tanto, es vital personalizar la integración a cada organización. Además de maximizar la productividad del proceso, mediante la integración eficiente también se busca unificar todos los software posibles para simplificar su uso y sincronizar todos los datos.
La importancia de un integrador de sistemas reside en que los sistemas automáticos autónomos no estén aislados. Todos deben estar alineados en una misma “dirección”, puesto que además de conseguir el objetivo, debe hacerse de la forma más eficiente posible. La eficacia de un sistema viene directamente determinada por un integrador de sistemas confiable, con experiencia y productos de calidad, lo que aporta muchos beneficios a la actividad como pueden ser:
- Detección de cuellos de botella y áreas a mejorar
- Rutinas normalizadas y eficientes
- Simplificación de interfaces de interacción con el usuario
- Maximización de la productividad del sistema
- Detección de problemas
- Disminución de errores
Todo esto no solo se refleja en mejoras instantáneas, sino que también prepara la empresa para que pueda crecer.
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¿Cuándo recurrir a un integrador de sistemas?
Cualquier usuario final que busque soluciones autónomas para sus procesos internos o mejorarlos es un buen candidato para buscar cooperar con un integrador de sistemas. A continuación, se listan algunos ejemplos de situaciones en las cuales un integrador de sistemas es idóneo para ayudarle a llevar a cabo estas tareas:
- Cualquier empresa que quiere centralizar sus conocimientos y recursos humanos en el negocio y en la producción de este. Estas pueden emplear los integradores de sistemas para manejar proyectos que se salen de sus conocimientos centrales.
- Los integradores de sistemas son el compañero perfecto de una empresa que busca renovarse tecnológicamente. Esto les permitirá poder simplificar los sistemas tecnológicos y poder mejorar la productividad.
- Agilización y dinamización de un proyecto, el cual no se le ha sacado aún todo su potencial.
- Apoyo en situaciones de emergencia y de escaso soporte, donde un integrador puede hacer uso de su experiencia para encontrar la mejor solución posible, tanto económicamente como eficazmente.
- Las empresas que busquen realizar una nueva idea, pueden encontrar en los integradores de sistemas un compañero de viaje perfecto. Estos les pueden brindar al cliente final una amplia experiencia en soluciones, siendo una gran fuente de ideas innovadoras y posibles mejoras en el proceso.
Riesgos al no integrar correctamente
Cuando se instala un nuevo sistema, del tipo que sea, y no se integra o se hace incorrectamente, se generan más riesgos y errores de los necesarios. Además, puede ser que el sistema no sea capaz de satisfacer las expectativas iniciales.
Los errores o riesgos derivados son específicos para cada solución, pero se pueden agrupar:
Datos erróneos
Cuando un sistema automatizado no está correctamente integrado, la falta de colaboración no permite que se comprueben los datos recogidos entre distintos sistemas. Este hecho es una medida primordial para poder así detectar errores precozmente, tener más datos para tomar decisiones o disminuir la pérdida de recursos debido a, por ejemplo, etiquetación incorrecta o incompleta.
Toma de decisiones errónea
Debido a los efectos de la falta de integración en los datos incompletos, incoherentes o incorrectos, se puede dar un proceso de toma de decisiones basado en información errónea. Esto puede llegar a ser perjudicial, y es por eso que es muy importante comprobar los datos mediante sistemas integrados.
Baja productividad
La principal característica de un sistema automatizado que no está integrado es que es poco eficiente. Esto se debe a que el sistema no comparte datos con los demás sistemas, y, por lo tanto, debe recogerlos de nuevo para usarlos. Además, si se instalan procesos automatizados en sistemas IT de mayor magnitud, el sistema automatizado menor no podrá mandar los datos al sistema IT, y, de este modo, el control de las mercancías y los datos será mucho más complicado y propenso a los errores.
Pérdidas económicas
La baja productividad del sistema se traduce directamente en pérdidas económicas, ya que aumenta la pérdida de material o la logística inversa por retornos. Además, los costes de explotación no se ven optimizados y los recursos no están correctamente asignados.
Teniendo en cuenta todas estas ineficiencias, el producto y servicio final se ve mermado, debido a largos tiempos de entrega y clientes insatisfechos.
Así pues, los integradores de sistemas se están convirtiendo cada vez en actores primordiales en los avances de la industria hacia procesos eficientes y automatizados. Estos actores, gracias a su experiencia y amplia visión, son capaces de crear soluciones avanzadas, eficientes y robustas para garantizar la competitividad del usuario final en sectores cada vez más competitivos.
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